viernes, 30 de septiembre de 2011

De otro tipo de amor o de los besos callejeros

Dicen que amor por dinero es amor malvado, y ¿cuántas veces no solicite de esos besos callejeros? Si esos besos callejeros, de esos que se compran con dinero. Cual vil amor de cabaret, que no es sincero, amor de cabaret que se paga con dinero.

Cuando se siente una pena muy honda, de esas que están dentro del alma y solamente se quieren ahogar las penas con vino y una que otra caricia de amor. Qué razón tenía la Sonora Santanera, cuando en alguna cantina escucha sus coplas. Trago a trago, inventado arrumacos, pagando por las lisonjas infecciones y los halagos llenos de ponzoña, disfrazados de alcohol.

¿Acaso en ese momento no es la cosa bonita? Tu miénteme, tu dime lo que quiero oír, qué más da, que al cabo todavía me queda capital para comprar un rato mas de afecto. Dinero maldito que casi todo lo puedes, hasta comprarme la ilusión de una pasión. Estos dineros y amores de milongas, poco a poco me matan, poco a poco me pierden, poco a poco me terminan.

Facilitadora de amor, sigue con tu trabajo, sigue el ritmo del danzón. ¡Qué sueñe aquella vieja sinfonola, con glorias pasadas, que toque Acerina y Pérez Prado, que los acompañe la Matancera, canta Beny Moré!

Baila triste meretriz, muévete como si fuera el fin, vive la música, por lo menos mientras esté aquí. Desgasta el tacón dorado, lustra el piso con tu pasado. Promueve tu oficio viejo, que siempre va a imprimir placer eterno. Mueve las caderas, mueve el esternón, mueve todo el cuerpo, suda la pasión.

Alcohol, dinero, efusión, una que otra caricia, galochas volando, ganforras errando, mujer de macula sin pecado alguno, música sin ton, amores sin sabor. Linda la vida del arrabal, donde no hay nada por sentir, ni nada por que vivir. Sharmuta despiadada, solícita descarnada.

Así es la vida de la mentira, donde el amor nos es más que un cheque sin valor, un documento al portador. ¿Tienes con qué? Entonces debes poder. Amores sin necesidad de aval ni compañía. Se acabo la comparsa, ya no hay más noches de rondas. Se apago la luna, es hora de extinguir la furia.

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