Al parecer por las circunstancias dadas es imperativo hacer cambios. Eso no es el problema, el problema radica cuando sabes que tienes que hacer algo pero no tienes ni idea de cómo hacerlo. Ya no tengo tantas fuerzas para empezar de nuevo una nueva vida, o ¿es el miedo el que me arrastra y me mantiene en la inercia?
Ahora que es lo que pretendo ¿un cambio de vida o cambio del estilo de vida? No me queda claro, porque las condiciones en las que se presenta esta turbulencia emocional, no las había previsto. Bueno, tampoco preví la caída de la bolsa, ni la baja del peso frente a otras divisas, ni que Santa Claus me trajera otra cosa que no le pedí.
Necesito hacer un cambio y salvarme de la nada que me he convertido. La verdad, me espanta. Ya no es tan fácil como era antes, ya sé que lo importante es levantarse una y otra vez, pero cada vez me cuesta más trabajo. Mañana me voy a despertar igual que hoy, eso espero, volteare a la derecha y tomare mis pastillas con un sorbo de agua dando gracias a Dios que tengo vida y medicina.
La Vida es rara, cuando crees que tienes todas las respuestas a todas las preguntas, la Vida se encarga de cambiarte todas las preguntas otra vez. Cambios, cambios y más cambios, no hay mas contaste en este universo. Reacciones químicas por una lado, efectos físicos por el otro, caos, barullo, desorden, galimatías, revolución, movimiento, anarquía, desbarajuste, nada queda estático, solo la muerte es paz.
Levante la cara mozalbete carente, te falta arrojo para empezar, trapío para la aventura, garbo para caminar, gallardía en las querencias y apostura en la derrota. Anda levante la mano mancebo y diga que está presente, hágase sentir el alma, que se note la presencia, levante esa estampa de templado. Alce el espíritu animoso, que se note lo voluntarioso del corazón, tozudo en la finura, porfiado y más que empecinado en eso de las pasiones.
Aguanta la embestida de la testa. ¿Qué es un pinchazo más? Ya se la derrota o victoria pronto se acercara. Otra estocada no dolerá. Enfrenta el puyazo, uno y otro mas no te matara. Deja que la lanza te atraviese, al final la pica no es más que un obstáculo más. Escucha el aviso, ya no queda tercio por andar.
Vete monosabio, recoge ya los varas y el capote ensangrentado, esta lidia ya acabo.
Hoy no hay marcha ni salida en hombros, solo un toril sin abordar.
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