Hoy es martes
y las cosas cambiaron mucho de un día a otro, por lo menos en mi imaginario
personal; un día parece que todo está bien y al día siguiente parece cambia la perspectiva.
Solamente estoy escribiendo bien saber lo que realmente estoy diciendo, últimamente
me está pasando mucho no tengo claras
las ideas y la sintaxis está hecha un asco total. No hay coherencia en mi
sentido.
Con el día de
hoy ya son 123 escritos o lo que equivale a 123 cuartillas, más o menos. No esta
tan mal. Es el equivalente o por lo menos eso creo, haber escrito ya una novela
corta, o una historia corta. En términos generales no esta tan mal. Pero para
escribir 123 hojas, he tenido que leer por lo menos el doble, alrededor de unas
246 páginas. Lo que es inequitativo tengo que leer mucho más de lo que escribo.
Sépase que me la paso leyendo para poder escribir. Luego no tengo tanta
imaginación o tengo que andar investigando lugar, fechas o datos para dar a
conocer una información medianamente confiable.
Pero eso no
era el punto original, si no que no tengo nada de que escribir y tenga apuro de
terminar. Ahora ¿no se cual es mi apuro? No tengo muchas obligaciones o los
lugares a donde tengo que ir van estar abiertos todavía un buen rato y no se
van a ir de donde están. Pero siempre tengo ese malestar de que tenga que hacer
algo y sospecho que lo único que tengo es un principio de acidez estomacal. Me
suele pasar de vez en cuando y más
cuando creo que mis problemas son más grandes de lo que realmente son.
Tiendo a
exagerar con eso de mis preocupaciones, pero no entiendo, cuando trato de
mantener la cordura, siempre me dicen que soy indiferente o que no me importa
nada, pero cuando me preocupo resulta que soy un dramático y que
sobredimensiono los eventos; así que ya no sé ni que pensar. Esa es buena idea,
dejar de pensar en algún momento del día, y no me refiero durante el sueño, más
bien quiero incluir las horas nocturnas, porque hasta en sueños le ando dando vueltas a mis
pensamientos.
Voy a confesar
que alguna vez intente hacer algo que parecía, o por le menos así se
publicitaba, de yoga, no funciono, a los 10 minutos ya estaba desesperado moviéndome
de un lado a otro como chapulín en comal y como nadie quería platicar conmigo
durante la hora de clase me aburría mucho, nada mas decían “ummm”. Termine con
mi antiguo método de relajación muscular, tomando una copa de vino. Aclaro que
solo era por propósitos terapéuticos, nunca por cuestiones de recreación, donde
la “puerca torció el rabo” era que la cantidad de alcohol a suministrar es
proporcional al tamaño de la psicosis personal.
Uno no entiende que hacer recuerdo que en clase de catecismo la
señorita que daba la instrucción religiosa me dijo: “Para ir al Cielo no debes
cometer pecados”. Y respondo con admiración pueril: “¿Y qué hay que hacer para
ir a Disneylandia?”.
Amor!! vas muy bien hasta hoy!! es un gran logro escribir a diario de diversos temas!! te admiro y felicito mucho!! te amo!!
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