domingo, 8 de enero de 2012

De lo que comes o de lo que eres


Una de las frases que últimamente he escuchado mucho es  “dime que comes y te diré quién eres”. La cultura de la comida en el mundo es tan variada como lo son los climas, la geografía, la historia, en fin todo lo que puede influir dentro de la dieta del humano, y más lo que se piensa de la comida.

Desde que el hombre puso un pie, o los dos pies porque si no se hubiera caído, hemos tenido varias actividades innatas para sobrevivir, entre ellas comer y por consiguiente ir al baño. Comer es una grata costumbre pues sin ella nos hubiéramos muerto de inanición ya hace mucho tiempo y los que tenemos suerte desarrollamos esta actividad por lo menos 3 veces al día.

Pero como todo buen humano hemos complicado mucho el proceso de alimentarnos, el principio básico sigue siendo el mismo: te da hambre y agarras algo que te provee la naturaleza; en este caso sería el refrigerador o alguna tienda de conveniencia, ya que no vamos a cazar ni recolectar, lo masticas ya te lo tragas. El proceso es de verdad sencillo.

Lo que es comida para unos es veneno para otros. Dependiendo del país o religión, un alimento puede llegar a ser un manjar de reyes o algo asqueroso y hasta pecaminoso. Si por ejemplo andas en México; que por cierto los mexicanos comemos prácticamente todo lo que nos pongan en el plato, con excepción de algunas países orientales, México es un país donde los antropófagos le pensarían en visitar; y se te antoja unos ostiones para empezar la comida por eso del vigor y le sigues con un buen pedazo de carne acompañado de una cerveza, no pasa nada. Pero si eres hindú o budista no comes carne, si eres judío ortodoxo no comes mariscos, y si eres musulmán tienes prohibido el alcohol. Acabas de ofender a por lo menos 4 religiones.

Pongamos el cerdo o marrano o chancho o cochi, que lo quieran llamar, es un alimento que para nosotros es típico y no solo eso del cerdo todo es negocio, se come todo y se aprovecha el resto, pero para los judíos y los islámicos es un animal inmundo y está prohibido su consumo

En el libro Levítico del Antiguo Testamento se establece que los animales limpios son aquellos que rumian y tienen pezuña hendida, lo malo del cerdo es que  no es un rumiante. Otros animales vetados de la dieta son las aves que no vuelas, como la avestruz y los animales acuáticos que no nadan como los mariscos.

El cerdo como prácticamente lo mismo que el hombre y necesita de mucha agua para sus baños de lodo, el cerdo no suda y los baños de lodo son  una forma de disipar el calor corporal. El cerdo era una disputa real por recursos que los hebreos y la gente del desierto no podía tolerar.

Resulta que el alimentarse no es tan sencillo como ir a comer y ya, un sinfín de prohibiciones, tradiciones y tabúes nos acompañan a la hora de la mesa, aunque es incomprensible para la mayoría de nosotros, tampoco cuestionamos porque ingerimos un alimento y no otro. Nuestra cultura define la visión del mundo en que vivimos y como lo juzgamos, nos da reglas a seguir y no pensar, nos da normas o supersticiones que se han perdido en el tiempo.

Buen provecho.

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