jueves, 20 de octubre de 2011

Del amor propio o como me quiero

Hoy, temprano por la mañana sentí la urgencia que me invade todos los días por la mañana. Sin encender la luz me dirigí hacer lo que tenía que hacer. Como era una cuestión imperativa, no puede más que atender el llamado de mi vejiga que imploraba la liberación inmediata de los líquidos filtrados por los riñones y que ya había permanecido mucho en mi cuerpo. Ahora que tanto es más que 96% agua, un 4% de sólidos en solución y unos 20 g de urea por litro. Esta acción la hago diario y debo de expulsar como litro y medio o algo así por día.

Al llegar a la recamara, prendo la luz de la habitación, me veo al espejo y lo tenía que decir: “Hombre, siempre amanezco guapo, pero como que el día de hoy exagere”. Y eso que apenas eran las 5:00 A.M. Pensé para mí mismo, “Dios si te quiere, mira nomas lo que les mando a sus hijas”. Bonito el muchacho, facilidad de palabra y con dinero, que más pueden pedir. Y eso que todavía no me bañaba.

Como era muy temprano decidí que no eran horas todavía de andar deambulando por la casa como alma en pena y me dormí. No paso mucho tiempo cuando mi reloj biológico decidió que ya era hora de despertar y con ayuda del despertador la labor fue realizada con éxito. Me levante con la idea que algo había hecho temprano, tenía una sensación de satisfacción y todo volvió a ser revelado cuando mire al espejo y me vi. Era mi reflejo en el espejo, me vi, otra vez y sonreí. Es bueno tenerse a sí mismo, será por eso nunca estoy solo. Me agrado mucho, si puedo pasar todo el día conmigo mismo y no hartarme de mi persona.

¡Que chualda de pela’o! Mira nomas, esto no es de Dios. Y sin querer, volví a verme en el espejo, me dije: “si porque te estoy viendo, piensas que te estoy queriendo, agradece desgraciado el tiempo que estoy perdiendo”. Y todavía fui mas allá y me volví a decir: “Si amarte fuera trabajo, no existiría el desempleo.” Válgame, definitivamente que bonito es lo bonito y qué bonito es casi todo.

Mi santa madre ha de ser repostera, porque puros bombones hizo. Qué cosa tan mas linda. Ahora que me vi a través de un cristal y pensé para mi mismo: “de que juguetería saliste muñeco.” No por nada el otro día una volada me grito en la calle “si la sangre de mis venas callera gota a gota, no me dolería tanto como verte con otra.” O como el otra ocasión que una pelafustana me dijo: “Dicen que no se besar, enséñame tu que sabes, pues obra de caridad enseñar al que no sabe”, y yo le conteste “diantre de muchacha malcriada, no ve que estoy comprometido, pero de todos modos muchas gracias por el cumplido”.

Y la que no tuvo madre, fue una dama pizpireta que al verme aseguro: “Acabo de encontrar al padre de mis hijos” y con calmada expresión contesto a tal afirmación “No es posible tal aseveración, usted confunde la maternidad con la fornicación.”

Y como no funciono ninguno los piropos anteriores, la coqueta vivaracha termino diciendo: “Esta dulce desgracia de amarte. ¿Es regalo o castigo? Si no puedo siquiera olvidarte, al menos permite que seas mi adorado enemigo.”

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